La pérdida de hielo marino disminuye efectos cambio climático

El hielo marino en el Ártico pasa por cambios estacionales cada año, retrocediendo a su mínima extensión cada septiembre y volviendo a congelarse a su máxima extensión durante el invierno. En las últimas décadas, sin embargo, los mínimos de hielo marino se han hecho cada vez más pequeños. Actualmente, el Ártico se está calentando al doble de la velocidad que el resto del mundo y su hielo está disminuyendo en más de un 10% por década.

Numerosos estudios han demostrado que a medida que las emisiones de dióxido de carbono amplifican el impacto de la radiación solar y el calentamiento de las temperaturas de la superficie del mar, los patrones meteorológicos cambian de los trópicos a los polos. Un equipo de científicos examinó cómo la pérdida de hielo marino y el rápido calentamiento del Ártico podrían potencialmente contrarrestar estos cambios.

El equipo analizó simulaciones climáticas de 37 modelos diferentes. Identificaron el comportamiento de la circulación atmosférica en respuesta al aumento del dióxido de carbono y al calentamiento de la superficie del mar. Compararon los resultados con un escenario proyectado para un futuro período de 30 años, que también incluye reducciones en la cubierta de hielo marino.

Los resultados de múltiples modelos mostraron que la pérdida de hielo marino tendría un impacto en la circulación atmosférica en las latitudes medias (el área entre los trópicos y los polos) entre enero y marzo, que es cuando los cambios de temperatura superficial relacionados con el hielo marino son mayores. Los científicos también encontraron que la pérdida de hielo en el mar suprimiría el desplazamiento hacia el polo de la corriente del Atlántico Norte debido al cambio climático a finales del invierno. También aumentaría la presión atmosférica en el norte de Siberia y la disminuiría en Norteamérica, lo que tendría implicaciones para el clima regional.

Este estudio es el primer intento exitoso de utilizar una serie de modelos múltiples para mostrar el impacto de la pérdida de hielo marino en la circulación atmosférica. Con los recientes informes que estiman que el Ártico podría estar completamente libre de hielo para el año 2040, los científicos tienen toda la motivación para aprender todo lo que puedan sobre esta delicada región.